Ciudad sin P*

Como un cóndor de esos que pintaba Alejandro Obregón, este poemario de Cristóbal Valdelamar Moreno (selección de sus cinco libros de poesía) lleva alegre en su pico un navegante grito de rebeldía. El supremo deseo de desterrar a los mensajeros de la guerra que, en batallas mentirosas, han impedido que las ansias de libertad y de paz, caminen victoriosas sin látigos de odios y de venganzas en el corazón de Colombia y el universo. Su vuelo amatorio y variopinto plumaje, ancla de esperanza el triunfo del amor, la poesía y el canto erótico sobre el cortejo de la muerte, de la insolente soledad de una clínica, el dolor, el egoísmo, el olvido, atrapados en una condición humana degradante que excluye social, económica y racialmente a sus congéneres.El lenguaje y el mar, son alados por salitrosas voces libertarias que llevan en sus olas nocturnas el canto de Venkos Biojo. Acompañado del juego de palabras que, de alguna manera, cabalgan onomatopéyicamente en el libro, y que hacen parte de la construcción de la propia voz del autor, con algunos parecidos al eximio poeta Candelario Obeso: Y tu nombre, Marina,/me parece Mar-y-na(na- má, / al decir de mi gente morena): / Mar que haces nostalgia este minuto del trópico/ y traes la húmeda fogosidad/ que, en aquel cuartito del páramo, /su trigal mar -y – nero irradió.