Cuentos de tío conejo II

Si queremos devolverle la pujanza, importancia y esplendor al campo, primero debemos crear las condiciones que lo fundamentan, regresar su pureza de costumbres que no es otra que su prístina cultura. En la memoria de los ancianos existen imágenes de aquellas tardes de sol declinado y brisas vespertinas, donde los abuelos, sentados en los ante-jardines, felices, regocijados entre sonrisas, en medio de un éxtasis gozoso, contaban a sus nietos las historias épicas de Tío conejo, venciendo a Tío Tigre y a Tía Zorra, sin recurrir a la violencia, solo con ingenio, calidad humana y manejo genial del conflicto o el enfrentamiento. En estas historias está recreada nuestra identidad cultural, nuestras maravillosas costumbres, que nos permitirán un gran sentido de pertenencia y mirarnos como iguales en un fuerte lazo de amistad.